El Retiro

De la remís bajamos, nos repartimos la Terminal omnibusera, ver
boletos, custodia mochilera, explorar, en fin: ver la tierra prometida
Puerto Madero, ¿ombú? Primero, hacer una votación popular: comer,
de la parrilla pedimos tres cortes: bifechorizo, vacío y asado, fritas.

Al desempatar opiniones, por la ventana cruzó un destello, cruzó
Un ciudadano, persiguiendo a su urbanoraptor, zapatillas al aire,

perseguido él –a su vez- por su grito ”mi mochiill……………..”




(Versión del Lucas):
Cuándo el pájaro de turbinas aterrizó eran las cuatro de la tarde en argentina: la hora en que debíamos aterrizar
¿Y ahora que hacemos? Pregunta el lisiado que nos adelanta las colas largas.
Dejemos las mochilas en alguna parte que me pesa mucho. Dice el más joven de todos
Ya, responde el lisiado, repartamos los trabajos. Y así fue y dijo el más joven que se quede cuidando las mochilas, que su hermano busque un lugar donde dejarlas y yo iré por los pasajes.
Fuimos al lugar del que encontró el hermano del más joven y se las dimos al confiable quien dijo: 10 pesos cada mochila y eso pagamos y yo digo: que caro!!!
Luego fuimos a comer algo y escuché un mi mochiiil, nadie sabia lo que había pasado pero yo supuse y dije ojalá que la recupere.
TENGAN CUIDADO CON LAS COSAS VALIOSAS EN TODAS LAS CIUDADES GRANDES DEL MUNDO Y MÁS EN LAS POBRES