Friday, November 23, 2012

Sueños



Sueño que estamos en el sur, en una cabaña cálida, cerca del agua y anochece.
-Maga, descansemos, basta de s’émerveiller, mañana seguimos.
Cenamos la puesta del sol, me ocupo de las brasas y del bajativo.
Dormidos profundos, quizás tomados de la mano, tiembla. Tiembla fuerte, ahora.

-Maga, sal, destraba la puerta, ya voy.
Pero me quedo enredado en las sábanas y ya todo se mueve, se mece todo tan fuerte. Atrapado.
No puedo salir de la cama, ni ella escucharme. 
El ruido, todo baila, ni puedo acercarme a un pilar.
Angustia.

Despierto. Estamos pasando sobre esos ranurados del pavimento que remecen hasta los buses más fuertes, para despertar a los conductores. Lo consiguieron.
Es plena noche, estaba muy cómodamente apuntalado por dos asientos entre Beaufort West y Bloemfontein, plena sabana recta e interminable.

En el otro sueño, después, estaba rodeado por estos guerreros altos, afilados ellos y sus lanzas y sus jirafas y sus rinocerontes puntiagudos como un corvo, ellos examinándome.
Detrás, una vasta colección de sus mujeres, coloridas, semidesnudas unas, otras amamantando a esos críos tan lindos y sonrientes, siempre. Aquí la tengo, me digo, esta es la foto perfecta, buen balance de distancia, primer plano, luz rasante, guauu.

¿Qué hago? Se acercan.
Cruel dilema.
-         Si sonríes con calma, te pierdes la foto y cagaste.
-         Si desenfundo la cámara y hago los ajustes, podría ser, pero tengo tres segundos, a lo más.

O séea, -como dicen allá.
- Si sonrío, tengo un millón de amigos, pero cero foto.
- Si me sacan la cresta por mirón, ¿cómo publico la foto?

2 Comments:

Blogger Unknown said...

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2:08 PM  
Blogger Unknown said...

Me encantó, escribes muy bien... saludos (soy la chica del aeropuerto!)

2:09 PM  

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