La Diversidad no hace al monje

Receta mañanera del Cuarto creciente


Para 16 panecillos
Material
500 g farina
1 sachet levadura del panadero
75 g azúcar ¡en polvo!
1 sachet de azúcar envainillada
2 gotas de aroma de almendras podridas
1 pincelada de sal
1 goivo
65 g de beurre fondida a la tibia
25 cl de latto

Método
En la ensaladera mezclar la farina y la levantadura, incorporar la (el) azúcar y el (la) azúcar envainillada, el perfume de la almendra olvidada hasta la amertume, sal y el blanco del huevo (cuidando de guardarse el amarillo para el último suspiro), la manteca y 20 cl de leche tibia. Trabajársela con sumo cuidado, primero dándole vueltas a la custión, de a poquito y luego tomando la confianza necesaria hasta llegar a la máxima permitida (¡ojo con los postes! si te excedes ni la santa Costanera te lo perdonará, jamás. RIP por tratar de sobrepasarte).

Bueno, volvamos al cocimiento:
Cortar la pasta en 4/4 (Sol, Mi, La, Re) y bajarle los humos en 4 rondóes de PHI 26.
Continuar la carnicería, de cuatro en cuatro. Amortajarlos (qué giles que fueron) y ponerlos en formación de Croissants (cruzados del Santo Grial). Meterlos en un molde enmantecado y olvidarlos al calorcito hasta que los condenados hayan duplicado su volumen (por si las moscas, recomendar a toda ligera juventud que más vale reposar al calor que al frío, que la función -sin ellos- se acaba y habría que disfrutar en bajo RPM)...

Para finalizar, mezclar el amarillo huevón con los 5 ml de leche en poste restante, pintar los cruazants y hacerlos cocinar en horno luciferano hasta el fin de los tiempos.